Reflexiones, literatura y catarsis. Un boletín y el club de lectura

Hola.
He pensado mucho en la forma de conectar con quienes me leen, y luego de mucho buscar y pensar, recordé que hace mucho había ya desarrollado dos proyectos. Uno, el newsletter Chez Lou (Casa de Lou, en francés coloquial). Se me ocurrió entonces, que tal vez sea buena idea ponerle a andar, y aquí está. Sin más. Un boletín mensual sólo para compartir ideas y abrir un espacio íntimo en el que podamos hablar de esas cosas de las que no nos atrevemos a hablar con nadie más.

El segundo proyecto, es el Club de Lectura, algo que ha ido y venido en mi cabeza por —al menos—, cuatro años, y que apenas ahora me animo a concretar. Y es que, si constantemente estamos leyendo, o buscando qué leer, o rogando recomendaciones, porque no mejor nos juntamos y lo hacemos todo juntas. Para eso he creado (hace mucho) y configurado la plataforma Buy Me A Coffee: Club de Lectura Chez Lou. Es lo único de la comunidad que será por suscripción paga, porque he sumado dos plataformas muy buenas para hacer comunidad y conectar, que son Buy Me A Coffee, y Discord (que, aunque lo configuré, sigo sin entender cómo funciona). La planificación de lecturas ya está hecha, pero se publicará en el Club de Lectura para las suscriptoras a finales de diciembre, ya que la idea es estrenar el 2026 con el primer libro del club.

Desde hace un tiempo he estado en el proceso de recuperarme, emocional y psicológicamente, de una serie de pérdidas y separaciones físicas, geográficas y hasta espirituales. Y eso me ha hecho pensar, que después del amor, sólo queda muchísimo silencio. No es cierto lo que dice la canción de Fito Páez: que «el amor después del amor, se parece a este rayo de sol», y me reservo el derecho a disentir.

Para mí, el amor después del amor, no ha sido más que silencio intenso. No ese silencio incómodo que sigue a una pelea, ni tampoco el que calma los sentidos, sino el otro: el vacío que queda cuando todo se ha dicho. Ese hueco en el que ya no hay palabras, pero que el cuerpo insiste en recordar.

Dicen que el silencio es ausencia. Yo creo que no es más que una forma distinta de diálogo conmigo misma, una conversación que me hace creer que el amor nunca termina, que no muere; que sólo cambia de idioma, se hace memoria o se transforma en una pregunta que atormenta hasta que logramos responderla.

Todo lo que escribo es una búsqueda, pero quiero poder escribir desde un lugar de paz interior que no encuentro. Mientras tanto, escribo desde este lugar que está entre el eco de lo que fue y todas las posibilidades. Si estás aquí, quizás tú también buscas amar con conciencia, tratarte con compasión, y ser capaz de mirar hacia atrás sin perder la cordura. Por eso creo que a través de estas misivas, y estas lecturas compartidas, podríamos ayudarnos a sanar nuestras heridas, responder alguna que otra pregunta filosófica, y hasta recomendarnos la próxima película. Puede que simplemente construyamos un espacio seguro para nuestras reflexiones, catarsis, duelos, y celebraciones. Resulte lo que resulte, seguramente que valdrá la pena.

Vivo un momento en el que muchas cosas aún me duelen, me preocupan, me inquietan o me intrigan, pero también entiendo que no todo el mundo está en este lugar, ni tiene mis mismos intereses, o siquera busca responder las mismas preguntas; y es por eso que sueño con este espacio, es por eso que esta conección, tus comentarios, inquietudes y sugerencias serán vitales para que podamos siempre encontrar una palabra sobre la cual coincidir para apoyarnos.