Todo lo que está mal (y bien) con Wonder Woman 1984

IG @Gal_Gadot DECEMBER 8, 2020

Una secuela que no cumplió ni con la más baja de mis expectativas y sin embargo, debo reconocer que lo que estuvo bien, estuvo muy, pero muy bien.

2021 © L. V. Velásquez y SimplementeVelasquez.com, SimplyVelasquez.wordpress.com. El uso no autorizado y / o la duplicación de este material sin el permiso expreso y por escrito del autor y/o propietario de este sitio está estrictamente prohibido. Se pueden usar extractos y enlaces, siempre que se otorgue un crédito completo y claro a L. V. Velásquez y SimplementeVelasquez.com y/o SimplyVelasquez.wordpress.com con la dirección apropiada y específica del contenido original.

La Mujer Maravilla ha sido mi única heroína desde que era una niña; junto a La Mujer Biónica (The Bionic Woman 1976-1978), El hombre nuclear (The Six Million Dollar Man 1973-1978) y Los Ángeles de Charlie (Charlie’s Angels 1976-1981), es una de las pocas series que seguí de pequeña y que vi continuamente hasta que la televisión abierta dejó de transmitir sus repeticiones.

Solía creer que Lynda Carter era la mujer más bella y poderosa del planeta y su representación de la semidiosa amazónica moldeó mis conceptos de feminidad, poder, principios, compasión y justicia en una época en la que existían muy pocos modelos a seguir para las niñas.

Crecí en una familia en la que siempre hizo énfasis en la necesidad de que las mujeres fueran capaces, profesionales e independientes, para que nunca tuvieran que depender de ningún hombre. Su insistencia dio frutos y las mujeres de la familia crecieron para hacerse profesionales universitarias e independientes en una época en la que sólo se esperaba que fueran capaces de ser secretarias, amas de casa y madres. La misma Diana Prince se escondía tras un cargo de secretaria en el que podía pasar desapercibida y sin ser vista como una amenaza por los hombres a su alrededor, una forma astuta de esconder sus grandes poderes sin llamar la atención. Pero si se ponen a pensar, todos los superhéroes masculinos se escondieron siempre detrás de identidades que no necesariamente los hacían ver inofensivos. Bruce Wayne (Batman) es un empresario multimillonario, Clark Kent (Superman) es periodista, Tony Stark (Iron Man) es un inventor multimillonario, Bruce Banner (Hulk) es científico. Sin embargo, Diana Prince sólo podía ser secretaria, una clara muestra de como eran vistas las mujeres y de los prejuicios de una época. Y sé bien que esta no es la historia original de la Mujer Maravilla que se originó en 1941, pero en esta nota sólo me interesa la visión de la heroína que se desarrolló a partir de la serie de televisión de los años setenta.

Una vez que la serie dejó de transmitirse, sólo me quedó la serie animada de los Superamigos (Superfriends 1973-1985). Y aunque muchas series y películas se han hecho sobre Superman, Batman, Los 4 Fantásticos e incontables superhéroes, debimos esperar el inicio del siglo XXI para que se empezara a —siquiera—considerar la posibilidad de hacer películas protagonizadas por mujeres o superheroínas. Ha sido un largo camino y una larga espera, pero finalmente el cambio parece estar llegando a nuestras pantallas.

En la década de los noventa (1996), los rumores sobre la posible producción de una película de la Mujer Maravilla comenzaron a circular [puedes leer (en inglés) sobre todos los intentos de hacer la película AQUÍ]. Los nombres de actrices iban y venían y cada vez que leía sobre a quién estaban considerando para el papel pensaba «ella no puede ser Diana Prince, no le llega ni a los tobillos a Lynda Carter». Y es que en mi cabeza, nadie podía llenar sus botas.

Finalmente en 2010, Warner Bros., anunció que la película se haría, pero nos tomaría siete años más el poder ver la película terminada. Y ¡vaya que si valió la pena esperar!

En noviembre de 2015, luego de 75 años de espera, por fin supimos quien interpretaría a Diana de Themyscira: Gal Gadot. Mi primera reacción fue: ¿quién es ella?

Gal Gadot ya era muy conocida como Gisele Yashar entre los fanáticos de la saga The Fast and The Furious, pero siendo que yo no había visto ninguna de las películas, no tenía ni idea de cómo lucía. Así que lo primero que hice fue una búsqueda en Google. Mi sorpresa al verla fue tal, que únicamente pude aceptar que quizás sí habían encontrado a alguien capaz de reemplazar a mi querida Lynda Carter. Gadot tenía la belleza, la estatura, proporciones y el brillo que siempre vi en mi heroína, y aunque no la acepté de inmediato, sí fui finalmente capaz de darle el beneficio de la duda.

Me tocaría esperar dos años más para ver la película terminada y sentí como si hubiesen sido los dos años más largos de mi vida. Pero cuando en Wonder Woman (2017) Diana se quita la túnica y se enfrenta a los soldados enemigos, tuve ganas de llorar. Fue la primera vez que vi a Gal Gadot como la Mujer Maravilla y sentí la emoción alucinante de ver a mi heroína de la infancia cobrar vida y luchar sin miedo como una verdadera amazona.

La acción fue emocionante y entretenida, el humor fue pícaro e inteligente, la dirección de arte admirable, el soundtrack inolvidable y la profundidad de los personajes los trajo a la realidad sin dificultad. Diana se vio poderosa, valiente, independiente, vulnerable, digna y justa, tal y como se esperaría de una amazona de Themyscira, algo que me pareció coherente y que continúa sentando las bases para la admiración de las nuevas generaciones que crecieron sin estos modelos a seguir.

En conjunto, la película se ganó mi amor y admiración, y subió de inmediato a mi Top 5 de películas favoritas de todos los tiempos. ¡Qué experiencia!

Podéis comprar la película en DC Comics, Amazon Prime y iTunes

El anuncio de la secuela se hizo poco después del estreno y las expectativas, luego de una primera película tan espectacular, sólo crecieron y crecieron hasta esta navidad (2020), cuando finalmente pude ver WW1984. Y debo decir que tengo muchos sentimientos encontrados.

ALERTA DE SPOILER


Si no habéis visto Wonder Woman 1984 todavía, te recomiendo verla antes de leer este review.


Todo lo Malo

Varias cosas me han desilusionado de esta secuela, pero entre las que más puedo resaltar, está el hecho de que desde el principio sea fácil darse cuenta de que toda la trama gira en torno a cuanto extraña Diana a Steve Trevor. Y no me mal entiendan, no creo que haya nada de malo en que nuestros superhéroes se enamoren, pero ¿qué tanto sentido tiene que Diana haya pasado casi 70 años lamentando la pérdida de alguien a quien conoció por un mes? Bueno, quizás haya quien le encuentre sentido a esto, pero para mí es un inmenso sinsentido.

Muy temprano en la cinta de 2 horas y 35 minutos aparece una misteriosa gema con el poder de conceder cualquier deseo y, aunque haya sido accidentalmente, no comprendo en qué cabeza de producción (o dirección) cupo la idea de revivir en el cuerpo de un extraño a un personaje que vimos morir en la primera película para salvar el mundo. Pero eso ni siquiera es lo que realmente me pareció raro, lo más inexplicable fue ver como Diana acepta en menos de 1 minuto la idea de que este desconocido que asegura ser Steve Trevor realmente lo es y de inmediato lo lleva a la cama. ¿Really? Y ni siquiera quiero que hablemos del tema del consentimiento que este pobre desconocido no es capaz de dar porque está poseído por el alma de Steve. El recurso usado para traer de vuelta al personaje me parece absurdo e infantil, y la reacción de Diana me resultó tonta, imprudente y peligrosa para ser la de una semidiosa amazona adulta y responsable.

Pronto, descubrimos que la gema concede los deseos a cambio de aquello que le sea más preciado a quien formula el deseo. Y este caso, para la amazona de Themyscira, lo más preciado son sus poderes. Eventualmente y tras varias escenas de acción, se establece que para recuperar lo que la gema te ha quitado es necesario renunciar al deseo que pediste, y Diana se niega a renunciar a Steve (otra vez: ¿en serio?) El mundo está en caos y la civilización está por colapsar pero Diana no se siente capaz de renunciar a su recién resucitado novio para hacer lo que siempre dijo que haría: proteger a los Hombres. Debo confesar que estas escenas fueron muy difíciles de ver y entender, y que los diálogos me parecieron vagos y llenos de clichés. Durante un buen rato hasta me pregunté si este es el tipo de mensaje que debemos dar a nuestras niñas en una época en la que apenas comienzan a creer que todo es posible. «Entregar todo tu poder a cambio de un amor», no debió ni siquiera ser una opción para Diana. And yet there we were.

Algunas personas han defendido el uso de este recurso de películas ochenteras llamado Body-Swap e incluso la propia directora de la película, Patty Jenkins, ha salido a dar la cara por su decisión. Sin embargo, es mi opinión muy personal, que este género no tenía cabida en la película y que se debieron utilizar recursos más inteligentes que habrían podido justificar y aprovechar valiosamente al personaje de Steve Trevor. Chris Pine es un muy buen actor con un don especial para la acción y la comedia, y su interpretación del interés romántico de Diana fue vital para el éxito de la primera película. Pero no vi (ni veo) la necesidad de traerlo de vuelta de esta manera. Considero que se desaprovechó la oportunidad de darle más relevancia a Steve, quien pudo ser un eje importante en la forma en la que Diana ha entendido el mundo fuera de Themyscira. Pudieron incluso haber centrado la trama en temas filosóficos más trascendentales e incluir las memorias de Steve en el proceso de creación de soluciones de Diana para así, no sólo darle el protagonismo que merece, sino también la oportunidad de mostrar su valor y el apego a sus valores sin que se viera agobiada por un deseo tan terrenal y tan común como lo es el querer recuperar a un novio perdido.

Pudo ser la película más feminista de la década pero decidieron hacer girar la trama alrededor de un hombre que murió hace 66 años. Esto ha sido un gran NOPE para mí.

Luego aparece el personaje de Cheetah (Barbara Minerva) un papel interpretado por la reconocida actriz y comediante Kristen Wiig.

Cheetah, es un personaje de larga historia en el universo de la Mujer Maravilla y a lo largo de los años, aunque han cambiado su origen, historia, nombre y motivaciones, siempre ha sido una antagonista de la princesa amazona, de quien ha sido amiga y enemiga a través de las décadas.

Puedo suponer que la intención fue presentar al personaje como una mezcla de todo lo que ha sido a través de los años en los cómics y que es por eso que aparece como una amiga (o colega) a quien Diana debe ayudar y salvar de sí misma. Sin duda es un guiño a las historias originales en las que Diana siempre trató de salvarla, sólo que la relación entre Barbara Minerva y Diana Prince apenas y se desarrolla en esta cinta, restándole impacto a los enfrentamientos que tendrían más adelante ya que no es posible empatizar con la idea de una verdadera amistad que ha sido tan vagamente presentada. Parte del problema con este personaje en la película es su intrascendencia, el hecho de que no afecte a la trama en lo absoluto. Su presencia o ausencia en la cinta no cambia en nada la historia, algo que resulta injusto para un personaje tan querido y de tan larga data en el Universo de DC.

El malo de la película, Maxwell Lord, interpretado por Pedro Pascal, es un buen personaje. Pero nuevamente, los diálogos parecen incapaces de traerlo a la realidad, un problema que el actor más o menos pudo superar regalándonos una soberbia actuación. En el universo de WW1984 el antiguo villano de DC lleva años buscando una mítica gema capaz de conceder deseos llamada la Piedra de los Sueños (Dreamstone). Y aunque originalmente no es así como este villano adquiere sus poderes, luego de haber visto veintitantas películas del Universo Marvel, el que una piedra pueda conceder deseos a algún villano ya no parece un argumento increíble, y al contrario, parece mas bien algo posible. Sin embargo, el diálogo final de Maxwell Lord es excesivamente largo y repetitivo, lo que hace que luego de un par de minutos, uno sólo desee que la película se acabe. La falta de diálogos que fundamenten las acciones y actitudes del personaje durante esta escena le resta fuerza y valor al acto final de Maxwell Lord y terminan por convertir el momento en otra oportunidad perdida.

Y esto es sólo lo que me pareció que estuvo mal con los personajes, luego están un montón de escenas de acción con efectos especiales de baja calidad, movimientos que parecen exagerados o sobreactuados con respecto a lo que está pasando y coreografías sin emoción ni encanto.

La dirección de arte nos presenta una estética que no tiene nada de especial, ni los colores, ni la iluminación, ni el mobiliario, ni el vestuario nos ofrecen una experiencia especial y hacen que en este sentido la película sea fácil de olvidar.

La película no da buen desarrollo a los personajes ni a sus motivaciones y parecería que tratando de contar muchas historias terminaron por no contar ninguna. La escena de apertura parece desconectada de la historia a pesar de explicar muy bien las razones que motivan las decisiones de Diana a lo largo de la trama y del soundtrack sólo recuerdo el momento en el que sonó el tema de la primera película. ¡Y estamos hablando de una historia ambientada en los ochentas, una década que produjo algunos de los temas más icónicos y conocidos del siglo XX!

En fin, siento que esta secuela no cumplió ni con la más baja de mis expectativas y sin embargo, no puedo dejar de reconocer que lo que estuvo bien, de hecho estuvo muy, muy bien.

Todo lo bueno

Creo que es justo reconocer que las actuaciones del elenco han salvado la película. Chris Pine trae un humor ligero y bien logrado con unas muy buenas participaciones de acción que ayudan a mantener el interés. La excepcional interpretación de Pedro Pascal nos enfrenta a lo peor del ser humano con una actuación que a veces hasta nos recuerda a Donald Trump. Una genial Kristen Wiig nos regala una mezcla de humor, empoderamiento y malicia que se entiende fácil a pesar de las fallas y huecos en la historia. Gal Gadot luce más cómoda y segura que nunca en la piel de la mujer maravilla, y la pequeña actriz Lilly Aspell, quien interpreta a una muy joven princesa Diana en la isla de Themyscira, nos ofrece un maravillosa interpretación para la que —con apenas 11 años— ni siquiera ha querido usar dobles de acción.

Diana acepta que su misión y su identidad (sus poderes de semidiosa) son más importantes que su deseo de recuperar a Steve y finalmente renuncia a su deseo. Creo que desde cierto ángulo, no es difícil ver en la acciones de la Mujer Maravilla a millones de mujeres cuestionando la falsa idea de que es necesario abandonar tu identidad y tu poder para tener amor. En el caso de Diana, Steve había muerto hace mucho y debió aceptar esa realidad para poder seguir adelante (y sólo puedo esperar que no se les ocurra traerlo de regreso de esta manera en una próxima película).

La aparición de Lynda Carter como la legendaria amazona Asteria «La guerrera dorada», es un hermoso gesto que honra no sólo a la serie original de los setentas, sino también a quienes amamos y seguimos la serie durante nuestra infancia. Fue emocionante ver a la Mujer Maravilla con la que crecimos aparecer en la pantalla tantas décadas después. Y a pesar de haberla visto con emoción como actriz invitada en la serie de televisión Supergirl, verla dentro del universo que ella misma ayudó a crear con su interpretación de Diana de Themyscira no se compara con nada.

La mítica armadura dorada de la Mujer Maravilla, que vio la luz por primera vez en los cómics de los noventas, ha sido un genial y excitante saludo al Universo DC que tanto ha crecido y evolucionado con distintas líneas de tiempo y universos paralelos desde su creación en 1934. Ver a Diana vistiendo la armadura dorada en el acto final de la película es una de esas escenas que no se olvidan a pesar de una coreografía de acción forzada y llena de absurdos.

Conclusión

· WW1984 no ha logrado superar a la primera película ni por accidente, muy al contrario, parece haber bajado la calidad de la historia, el mensaje y la acción. Sin embargo, parecen haber pistas que apuntan a un potencial desarrollo de la historia de la próxima entrega muy interesante a pesar de que la trilogía de Wonder Woman no ha sido coordinada con el concepto de Diana Prince que se presentará en la reedición de Justice League (Liga de la Justicia) de Zack Snyder.
· El guión da saltos que hacen que la historia se sienta mal contada o incompleta, pero los giros nos hacen querer saber cómo resolverá Diana los contratiempos a los que se enfrenta.
· Las escenas de acción son torpes.
· Los efectos especiales no están a la altura del Universo DC y el CGI luce evidente.
· Soundtrack y estética no resaltan.

Sin querer restarle importancia a las fallas de esta entrega, lo que se cuenta en la película le suma a la historia de la Mujer Maravilla y nos prepara para una tercera entrega que ya se ha anunciado. Si habrá continuidad o no entre todas las cintas de DC, está por verse. Pero creo que es importante planificar las entregas de modo que los fanáticos podamos seguir las historias de nuestros héroes en la pantalla. El Universo Extendido de Marvel ha sentado un importante precedente con sus veintitantas películas, todas interrelacionadas y dando continuidad a la historia de todos los personajes y el Universo que presentan, algo que obliga al Universo de DC a elevar la calidad de sus producciones desde muchos puntos de vista para mantener su relevancia y poder competir.

Siempre me he inclinado más por el Universo de DC porque crecí admirando el Superman de Christopher Reeve, el Batman de Adam West y la Mujer Maravilla de Lynda Carter. Pero creo muy necesario que DC mejore la planificación de sus películas, no sólo para poder volver a competir con Marvel, sino por respeto a una audiencia que, como yo, espera mucho más de sus producciones en una época en la que todo lo que creímos imposible de pronto se ha hecho realidad.

El resultado de WW1984 y la reacción de los fanáticos a todas sus fallas debería ser un llamado a la reflexión, no sólo para Patty Jenkins sino también para DC, una empresa cuyo objetivo siempre ha sido el de contar historias que inspiren y resalten los valores que nos ayuden a vivir la mejor vida que podamos. Y aunque parecen haber perdido el rumbo, sinceramente espero que este sea el momento en el que decidan rectificar porque de otra manera, el Universo de DC quedará relegado al universo de todo lo que pudo ser.


2021 © L. V. Velásquez y SimplementeVelasquez.com, SimplyVelasquez.wordpress.com. El uso no autorizado y / o la duplicación de este material sin el permiso expreso y por escrito del autor y/o propietario de este sitio está estrictamente prohibido. Se pueden usar extractos y enlaces, siempre que se otorgue un crédito completo y claro a L. V. Velásquez y SimplementeVelasquez.com y/o SimplyVelasquez.wordpress.com con la dirección apropiada y específica del contenido original.


Donaciones para el blog de SimplementeVelasquez. Patreon

Mis publicaciones son de libre acceso, pero al igual que mis libros y cualquier otro contenido creativo, toman tiempo y mucho trabajo. Por eso, recurro a Patreon. Si me invitas un café, me ayudarás seguir creando contenidos para tu entretenimiento. Y muy pronto, tus donaciones te darán acceso a mi nuevo proyecto (todavía en producción) Podcast en 5D, a publicaciones exclusivas y muchas ventajas por venir.