El mundo por venir

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Puede que esta sea una de las historias lésbicas más bellamente
escritas hasta ahora. Y sí, la escribió un hombre.


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Lou Velásquez / @VelasquezAutora
Mayo, 29. 2022

«The world to come» es una película lésbica de 2021 protagonizada por Katherine Waterston (Trilogía de Fantastic Beasts, Alien Covenant) y Vanessa Kirby (About time, FaF, Mission Impossible 7). La historia está basada en un relato del reconocido autor Jim Shepard del mismo título publicado en su quinta colección de relatos de ficción en 2017.

La dificultad inherente a escribir un relato corto puede empezar y terminar en la propia estructura. Los ejemplos de esto pueden hallarse en muchos relatos contemporáneos que con historias salvajes y poco manejables dan cuenta de las dificultades que plantean la narrativa y la descripción cuando se imponen restricciones en la extensión, eso sin mencionar la cantidad de autores que parecen simplemente hipnotizados por sus propios estilos o que resultan ser réplicas de los clásicos de viejos maestros como Hemingway y Fitzgerald.

En los relatos, las historias son frecuentemente imposibles de contener o terminan por resultar irrelevantes a causa del sobrio minimalismo requerido para poder condensar una buena historia en apenas un relato. El mundo de los relatos parece mecerse en esta ambigüedad y puede hacer que un lector se sienta abrumado por el éxtasis o agotado por la pretenciosa mediocridad de su autor. Es un formato en el que no me atrevo a sumergirme como autora, porque tengo consciencia que cualquier relato publicado vivirá y morirá únicamente por la gracia y la dirección del mago detrás de la cortina: el autor. Y es por esto que Jim Shepard es considerado como un mago de la literatura que, por supuesto, únicamente puede ser realmente apreciado al leerse en su idioma original.

Pero, Shepard, es un caso especial. Se le considera un maestro de la forma y un mago de la literatura, y esto nunca fue más evidente que en los relatos que componen esta colección; relatos en los que la empatía radical del autor, su agudeza intelectual, su incesante imaginación y la magia con la que parece manejar el lenguaje se ponen de manifiesto anulando por completo la imprecisión del pensamiento, el sentimiento y la descripción, un logro con méritos incluso en la narrativa de novela.

En las diez historias de la colección «The world to come: stories«, Shepard apela a nuestra humanidad recordándonos lo que significa ser Humano incluso cuando nos vemos empujados a las circunstancias más extremas, ya sea varados en el Océano Atlántico, atrapados en el Ártico, o lidiando con nuestros propios demonios en el medio de la nada.

En una entrevista de 2012, al hablar sobre la historia de la película «The world to come», Shepard dijo que supo casi de inmediato» que su cuento «The World To Come» sería una historia de amor: «la cuestión en ese momento era cuán reprimida sería esa historia», explicó. Se trata de una afirmación reveladora ya que el relato, que apareció en la colección homónima de Shepard, galardonada por Kirkus en 2017, trata de dos mujeres casadas que tienen una aventura en la década de 1850, y demuestra que las relaciones entre personas del mismo sexo en los dramas históricos casi siempre se presentan como trágicas. Es muy raro el drama en el que se permite a los hombres y mujeres homosexuales o bisexuales tener relaciones felices, no porque no hubiese historias con finales felices, porque seguramente las hubo, pero la realidad histórica de prohibición, juicio social, prejuicios religiosos y ausencia de libertades de cualquier tipo para las mujeres hacen que sea imposible incluso imaginar una estadística de estas posibilidades.

Las historias de amor eternas suelen nacer de temas repetitivos como la divergencia de clases, las familias enemistadas y la atracción prohibida, pero quizás sea útil señalar en el contexto de esta historia, que las protagonistas no poseen el sentido de la liberación femenina que se siente claramente en «Portrait of a lady on fire», ni tampoco tienen el peso de la carga familiar y social que con bastante elocuencia se muestra en «Ammonite».

Al comentar sobre su investigación para el papel, la actriz Katherine Waterston ha dicho que se sorprendió al descubrir que «no existen registros históricos de relaciones de este tipo entre personas de la clase trabajadora». Y es que la pobreza condena a la gente a una vida en la que no hay tiempo para cosas como llevar un diario, que a mediados de 1800, además, era algo de esperarse dado que las tasas de analfabetismo para la época era muy elevadas.

La marginalización social y la falta de oportunidades, son consecuencias de la pobreza. Era cierto en 1800 y sigue siendo cierto hoy a pesar de los cambios y el avance en derechos civiles y libertades para las mujeres y las minorías sexuales. Y esta es muy probablemente la razón por la que el estatus, la raza y el nivel social fueron —y siguen siendo, aunque en menor medida— determinantes para los finales felices de las historias LGBT+. No es casualidad que hoy contemos con detalles históricos tan precisos sobre la vida de Anne Lister y Ann Walker (hoy inmortalizadas en la serie británica «Gentleman Jack«), pero que no tengamos manera de saber o si quiera imaginar cuántas historias y voces de amores marginalizados han sido calladas por cada historia y cada voz que sobrevivió los embates del tiempo, la misoginia, la homofobia y el machismo embutidos en las academias de historia y en el corazón mismo de los protagonistas y testigos.

Como ejemplo, está el testimonio del propio autor de esta historia, Jim Shepard, quien contó a las actrices (Katherine Waterston y Vanessa Kirby) que toda la historia está basada en una única línea que encontró por casualidad en el diario de una granjera mientras investigaba sobre las condiciones de vida de la época:

«Mi mejor amiga se mudó lejos. Temo no volverla a ver

No existe forma de saber qué significó realmente para esta mujer el perder a su amiga, pero en una época de tanto aislamiento, cuando la vida podía resumirse toda en trabajo y lucha, esta persona dedicó un minuto a escribir esta línea en el cuaderno de notas de su granja. Sin duda lo que le pasó fue algo determinante e importante en su vida, pero si fue un amor callado por el miedo y la falta de entendimiento de lo que les podía estar pasando, eso nunca lo sabremos, porque estoy convencida que la mayoría de esas historias de amor prohibido se han desvanecido junto a sus protagonistas sin dejar cuenta ni registro de nada.

Hace tiempo escribí sobre el porqué de la falta de finales felices en el cine y la literatura LGBT+, y esta es una de las razones que se resumen en la marginalización, el miedo y el analfabetismo que hicieron que hoy únicamente tuviéramos registros de las peores historias, las de las personas que fueron apresadas por amarse, las de quienes fueron condenados públicamente como Oscar Wilde o Alan Turing. Y aunque creo que eso está cambiando, los finales infelices siguen siendo una realidad en muchas partes del mundo porque la homofobia, el odio, la misoginia y el machismo siguen siendo eficientes herramientas de opresión, y hombres y mujeres homosexuales y transexuales siguen siendo perseguidos, discriminados y asesinados hasta en los países más civilizados, que irónicamente, es lo que hace que este tipo de historias sean necesarias para crear empatía y dar visibilidad al lado de la historia que muchos quieren invisibilizar y desaparecer.

La película

La adaptación del guión para la película de una manera casi poética, cuenta la historia a través de una prosa exquisita en la voz de la actriz y protagonista Katherine Waterston, que acompañada de una cinematografía magistral, hace que cada toma y cada escena parezcan una obra de arte medieval.

La versión cinematográfica de «The world to come» es muy fiel a su fuente, a menudo citando largos pasajes casi directamente del libro. Sin embargo, Shepard y el novelista Ron Hansen, que adaptaron la historia para la pantalla, hicieron algunos cambios en favor del drama y impacto emocional.

Este trabajo nos regala una narración dulce y desgarradora al mismo tiempo que describe visualmente la vida emocional de sus protagonistas, la soledad, el aislamiento, el anhelo contenido y el amor reprimido. En el libro, Shepard cuenta la historia a través de las anotaciones de un diario dominical que comienza el día de Año Nuevo de 1856. Allí se cuenta a través de reflexiones muy íntimas, como una mujer y su marido tratan de lidiar con la reciente pérdida de su única hija mientras luchan por sobrevivir al duro invierno.

La mujer conoce y se acerca a una vecina, con quien pronto entabla una relación físicamente íntima. «Una emoción sigue a la otra», dice la narradora acerca de sí misma. Y luego, cuando la relación física se hace vital, la mujer reflexiona:

«Cuando era una niña, esperaba que Dios proclamara con una voz fuerte como un trueno que todos mis pecados estaban perdonados. Ahora sé que puedo esperar hasta el día del juicio final y nunca escucharé tal cosa…»

Se siente desolada porque el objeto de su afecto, su vecina, se ha mudado. Más adelante, en mayo, reflexiona:

«Soy una biblioteca sin libros. Soy un mar de agitación, trepidación y dolor».

A excepción de «A single man«, nunca había visto una película contada de manera tan hermosa, y con diálogos tan inolvidables por su delicadeza, prosa poética y metáforas de una carga emocional fulminante. Y a pesar de no tener un final feliz, porque en esa época los finales felices estaban reservados exclusivamente para los hombres blancos ricos y heterosexuales, la historia es cautivante y profundamente conmovedora.

La actuación fenomenal de las dos actrices, magistralmente dirigidas por la joven y aclamada directora noruega Mona Fastvold, combina la poesía del guión con una hermosísima historia de amor, lucha y pérdida, que considero como una de las historias lésbicas mejor contadas en el cine moderno y hasta la fecha.

Le doy 5 estrellas para premiar las lágrimas que me sacó esta obra de arte.

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The world to come está disponible en todas las plataformas de streaming, a excepción de Netflix, en donde solo está disponible para el plan Netflix DVD. Puedes encontrarla en tu servicio de streaming preferido haciendo click aquí.

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